¿Alguna vez has tenido la sensación de que no tienes tiempo suficiente en el día? ¿Sientes que terminas tu jornada sin haber completado ninguna de tus tareas? Puede que, a pesar de pasar horas trabajando, no seas una persona productiva. Es algo muy común, de hecho, millones de personas en todo el mundo rinden poco o nada en sus jornadas de trabajo de ocho horas o más. En la mayoría de los casos estas personas no son ni siquiera conscientes de su bajo rendimiento. Por eso, si tú te has dado cuenta de ello, ya has dado el primer paso para poner una solución. 

A lo largo de las siguientes líneas quiero resumirte los aspectos de tu vida que debes cambiar para elevar al máximo tu productividad. No solamente trabajarás mejor, sino que tendrás tiempo de sobra a lo largo del día para todo lo que quieras hacer. Además, te sentirás más realizado. Suena bien, ¿verdad? Vamos allá.

Madruga

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Y aprovecha el día. Acostúmbrate a levantarte temprano. Podrás trabajar en tus tareas con la mente más despejada y sin interrupciones, ya que la mayoría de la gente no habrá comenzado todavía su jornada de trabajo y por tanto no podrán molestarte.

Terminar todo tu trabajo antes de mediodía y tener toda la tarde libre es una gran satisfacción. Madrugando podrás reconfigurar tu día para tener tiempo absolutamente para todo.

Manos a la obra: el momento perfecto no existe

Manos a la obra: el momento perfecto no existe

No tiene sentido dejar el comienzo de un proyecto para el lunes, para el mes que viene, para el nuevo año o para después de verano. El momento perfecto no existe. Simplemente, comienza ahora. Aunque te cueste o te de pereza, después de un mes, un año o diez, mirarás atrás y te alegrarás de haber dado el primer paso. 

Establece prioridades: comienza por la tarea más complicada

Establece prioridades: comienza por la tarea más complicada

Cuando tengas una lista de tareas para realizar, es importante saber ordenarlas y ejecutarlas con un sentido práctico. ¿Cómo lo sueles hacer? La mayoría de las personas comienzan a resolver las tareas más sencillas, rápidas o agradables, dejando para el final y a menudo posponiendo las más arduas o pesadas. Tú debes hacerlo justo al revés. 

Acostúmbrate a comenzar por la tarea más complicada o la que más pereza te de. Continúa en orden descendente hasta las tareas más sencillas. De esa forma, evitarás procastinar y posponer tareas indefinidamente. 

Apaga el móvil y ponlo en modo avión la mayor parte del día

Apaga el móvil y ponlo en modo avión la mayor parte del día

No te imaginas el tiempo que perdemos mirando el móvil a lo largo del día o de nuestra jornada de trabajo. Por no hablar de interrupciones innecesarias que nos descolocan y nos hacen perder el foco. 

Acostúmbrate a poner tu móvil en modo avión cuando comiences a trabajar o incluso la mayor parte del día, por sistema. Y procura que tus colegas, amigos y conocidos se acostumbren a no encontrarte disponible a cualquier hora. Deben saber que tu disponibilidad es limitada. Puedes establecer una franja, por ejemplo a mediodía, en la que todo el mundo pueda localizarte. O quizás quieras permanecer aislado hasta terminar tu trabajo y volver a activar tu móvil a última hora del día. 

De esta forma trabajarás concentrado y evitarás interrupciones constantes. Además estarás subcomunicando a las otras personas que tu tiempo es importante. 

Cierra el correo electrónico y quita las notificaciones

Cierra el correo electrónico y quita las notificaciones

Este consejo tiene mucho que ver con el anterior. Los avisos constantes de nuevos correos electrónicos arruinan tu productividad. No es posible estar trabajando en una tarea e ir respondiendo correos electrónicos al mismo tiempo. Cierra tu plataforma de mail y quita las notificaciones antes de ponerte a trabajar. Quizás puedes establecer unos minutos a primera hora y a última hora de la jornada para responder tus correos electrónicos, y con eso sea suficiente. Una vez más, tus contactos deben saber que tu disponibilidad es limitada. 

Valora tu tiempo, es lo único que no se puede recuperar

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Tu tiempo es sin ninguna duda el recurso más importante del que dispones. Y vuela. Así que aprende a valorarlo como se merece. Selecciona tus proyectos y aprende a rechazar alguno de ellos y a saber decir que no. A veces por no quedar mal aceptamos proyectos o trabajos que realmente no podemos o no queremos llevar adelante. Evita sobrecargarte y comprometerte con todo. Dedica tu tiempo a lo que realmente quieras hacer. 

Selecciona tus proyectos o clientes más rentables: el Principio de Pareto

Selecciona tus proyectos o clientes más rentables: el Principio de Pareto

El Principio de Pareto o la regla del 80/20 establece que el 20 por ciento de los clientes o proyectos generan el 80 por ciento de los ingresos. Selecciona a ese pequeño porcentaje que supone los mayores beneficios. Te interesará centrarte en ellos y descartar el otro 80 por ciento. Verás como siguiendo este principio ganarás mucho tiempo y capacidad productiva sin que tus ingresos se vean mermados. 

Mantén tu espacio de trabajo ordenado

Mantén tu espacio de trabajo ordenado

Parece una tontería pero no lo es. No podrás ser eficiente si no tienes ordenado tu lugar de trabajo. Te estresarás menos y encontrarás las cosas antes. Utiliza planificadores, agendas o aplicaciones de productividad (hay miles) para organizarte. 

Libérate de las opiniones ajenas

Libérate de las opiniones ajenas

Puedes pedir opinión a quienes te rodean, por supuesto, pero no bases tu trabajo en lo que digan los demás. Por mucho que te quieran o te estimen, tus familiares, amigos o conocidos no sabrán valorar correctamente el trabajo que estás realizando y, ya sea por desconocimiento o por miedo a molestarte, tenderán a darte una opinión fácil y superficial que no te aportará valor en absoluto.

Aléjate además de gente deprimida, criticona y que hable mal de todo el mundo. Sus opiniones acerca de tu trabajo no serán válidas y a menudo lo único que conseguirán será desmoralizarte y hacerte sentir mal.

Pero esto no es todo…

Igual que nosotros siempre deberíamos estar mejorando continuamente, este es un artículo que siempre estará creciendo y desarrollándose. Lo dejaré abierto para poder añadir más y más factores que puedan ayudarte y así convertirlo en una auténtica guía para mejorar tu productividad. Si hay algo que crees que debería añadir a la lista, sería genial que me lo contases en los comentarios.